Es una casualidad que recien haya uno solo. Yo los miro pasar desde mi muelle en el Sarmiento, volviendo al atardecer, haciendo todo tipo de pelotudeces inverosimiles y me sorprendo como no llegan todos rotos. Van detras de las colectivas saltando la ola una y otra vez, se meten entre los catamaranes o las chatas y los muelles, colandose por espacios no mas grandes que dos o tres metros. Uno los mira y piensa que mas imprudente no se puede ser. Haciendo un poco de estadistica, se ve que uno en veinte mas o menos pasa regulando, viajando como deberia hacia la zona en la que tienen permitido hacer sus boludeces.
Creo que no hubo mas accidentes porque la moda es relativamente nueva.