La galería de casa me es tan especial! En verano me refresca y en invierno, me abrigo bien y... méta galería!! Aquí daba vuelta la mesa, que aún conservo y jugaba a la lancha almacenera.
Mi compañero inseparable de juegos: Alejandro Spinelli, "el Alex", mi vecino! Mis rodillas siempre estaban machucadas, derrapaba con mi triciclo y aterrizaba en el caminito de cemento que une la galería con el caminito bordeado de rosas...mosqueta, francesita, aterciopelada...
La última vez que traje a mis viejos, el pobre -no reconocía haber construido la casita- No había manera de ponerle un pantalón corto, él quería estar en calzoncillos!
Mi vieja reclamaba su dos piezas de hacía veinte años, no quería la enteriza que le había comprado, así que se quedó en faja y corpiño!
Vino doña Anastasia, toda arregladita a saludarlos.
Verano del 91. Fue tan divertido y...tan triste... los dos de 1904, los dos sordos y mi vieja haciendo de intérprete! Bocha quería, a toda costa, ponerle un pantalón y que yo vistiera a mi vieja. A mí me parecía que había cosas mucho más importantes que el huevo que se le salía a mi viejo...para mí era importante -esa última vez de estar con ellos en La Isla- en la casa que ellos construyeron y le pusieron "Monina" como a mí...era importante que mis viejos vieran a sus nietos haciendo travesuras en la misma galería...
Para Pascuas mi viejo falleció. Decidí poner sus cenizas bajo el roble...el que él plantó cuando yo era un bebé, el roble que dió hijos y mi viejo se los brindó a sus vecinos.
Hace unos años, el legítimo de mi vecina la Olga, me hizo la gauchada de talar el roble. Con los troncos lo fui transformando en un cantero. Hoy está lleno de flores... mariposas... pajaritos! Flores que primero fueron semillas de la casa de mis vecinos, flores de rosas que fueron gajitos de otras rosas...
Y la vida... la vida continúa...
Se vé tan lindo desde mi galería!
Con todo mi amor por las islas!
monina 2004