Amigos de la isla:
Conozco a muy pocos de Uds. y unos pocos me conocen. Todavía soy un "isleño continental" en este Foro en el que se comparten alegrías, ideas, consejos y mucho humor. Pero al ser parte de la vida misma, hoy necesito hablarles de algo no tan grato, y pedirles que me acompañen.
Viviana, mi compañera de toda la vida y madre de mis cuatro hijos, está internada en Clínica Adventista Belgrano, en estado grave. Aunque separados desde hace un tiempo, hemos mantenido siempre una buena comunicación, una sólida familia y un afecto grande e incondicional.
Una metástasis de un cáncer anterior ha tomado sus pulmones y otros órganos, y su pronóstico no es nada bueno. Entre hoy y mañana se define si logra salir de falla renal, de la que pareciera estar recuperándose muy despacito, pero de todos modos la situación es muy delicada.
Hoy estamos, mis cuatro hijos/as, mis seis nietas/os y yo, unidos acompañándola, confiando en su enorme espíritu de lucha, aceptando la voluntad de Dios y que sin duda será lo mejor, y al mismo tiempo haciendo cada esfuerzo posible para encontrar una solución.
Sabe de su situación, y se mantiene de muy buen ánimo. Está muy medicada y por ello no sufre grandes dolores, lo que ayuda a que este momento sea más llevadero, y facilita necesarios diálogos que aclaren, resuelvan y cierren temas pendientes. El trabajo de médicos, personal y apoyo espiritual es preciso y abnegado, y está siendo una enorme ayuda. Hemos logrado reunir a toda la familia, y aquí estamos, con mucha paz a pesar de todo, valorando cada día, cada momento y cada pequeño gesto.
Por todo esto los invito a acompañarnos con sus plegarias. Soy un sobreviviente de un cáncer, y mucha gente me acompañó por entonces con sus oraciones, por lo que bien sé del poder que se recibe de esa compañía, independientemente del resultado.
Gracias por estar en este momento. No hace falta que contesten a este pedido, basta con saber que están.
Muchas gracias...!
Osvaldo