La laguna Idahome pertenecía al suizo Ricardo Hoffer, que era socio de Otto Bemberg en la Cervecería Argentina Quilmes. Además era el gerente de todas las compañías del grupo, que creo llegaron a ser 37 empresas. Ricardo Hoffer estaba casado con Ida, norteamericana. No tenían hijos. Esta isla la compró como lugar de fin de semana y además para llevar adelante una plantación de fruticultura. Allí hubo cítricos y manzanas. Estas últimas se las exportaba a Estados Unidos bajo la marca Guillermo Tell. La laguna fue mandada a cavar por él, con el fin de rellenar todos los bordes de la isla y evitar el ingreso de agua por inundaciones. En la época de su inauguración tuvo 12 hectáreas por 12 metros de profundidad. Había una pequeña laguna que era aliviadora, salas de bombas y canales que evacuaban el agua de lluvia, y un posible desborde de los ríos. Para llevar a cabo la excavación, se trabajó con dragas y con un tren de trocha angosta que recorría el perímetro de la isla que en ese entonces eran 240 hectáreas para poder volcar el refulado. Dentro de las instalaciones de la isla, en la cual trabajan 270 portugueses, había un frigorífico, grupos electrógenos y la primera clasificadora y calibradora de manzanas del país.
En la década del '40, fallece Ida y dentro del mismo mes don Ricardo Hoffer. Poco tiempo antes de este acontecimiento le había donado a muchos de sus empleados las acciones de la sociedad fruticultura Idahome. Posteriormente, pestes, llegadas desde otros lugares, diezmaron la plantación, y en los principios del '70 la sociedad se disolvió. El señor Hoffer vivía en San Isidro en lo que actualmente es el Colegio Lincoln. Esa mansión la había hecho construir y había traído los techos verdes desde Suiza.
Mi padre Atilio Esteban Duncan Buchanan fue el administrador de esa isla desde 1936 al '53. Y yo viví en la isla en mis dos primeros años de vida.