Y por último y más complicados, tenemos los problemas de infraestructura, mano de obra y lo mas importante qué queremos hacer con la isla y su gente. De estos problemas lo mas fácil pero costoso de solucionar es la infraestructura: mejor tendido de luz, internet, telefonía, seguridad, hospitales que funcionen, ambulancias, servicio de recolección de basura, agua potable, gas, combustible, transporte fluvial y un puerto de frutos que funcione como tal y no lo que es hoy: una feria de chucherías y paseo para turistas, donde hay muy poca mano de obra y/o productos del delta. Por ejemplo el puerto no tiene infraestructura como para cargar una máquina en una chata, no hay guinche, no hay forma de cargar un tractor, por ej. en una chata si no es con una grua alquilada.
El tema complicado y controversial es qué hacemos con la isla y su gente: aparentemente se ha fomentado desde los gobiernos municipales sólo el turismo y el negocio inmobiliario, que deja muy poco al isleño y mucho a las arcas municipales, convirtiendo al isleño en una especie de "criado" del acaudalado porteño que le mantiene la casita linda y el pasto cortado. Un sistema que expulsa a la gente a la ciudad en busca de mejor trabajo. Este tipo de turismo no le sirve a la isla. Hay que hacer un cambio de paradigma hacia una isla que produce, en forma sustentable, que respete la naturaleza y que devuelva algo de riqueza y confort para su gente. Si no se incluye a la gente vamos a estar condenados al fracaso o viviremos "aislados".