Coincido con todos, hermoso tema de conversación.
Nuestra lancha se llama "Chacarera", ya venía el nombre así y decidimos no cambiarlo por cábala.
La isla no tenía nombre, así que nos abocamos a la tarea, días y días de charlas y ni a Belén ni a mi se nos caía una idea. En un momento de inspiración ella me dice "Agua Brava" y me encantó, pero le dije tiene que ser "Aguabrava", todo junto, que tiene mas fuerza.
Fueron pasando las semanas y muy contentos les contábamos a la gente que ya habíamos bautizado la isla, y a nadie le copaba mucho el nombre, pero a nosotros nos encantaba, así que no le dábamos importancia, hasta que...
Tenemos una perrita, de la cual estamos perdidamente enamorados que se llama "Pepa", y mi mamá, que no tiene mucho felling con los perros, pero con la pepuna sí, por que es un amor, mientras jugaba con ella me dice, -No me gusta el nombre de la isla, pónganle Pepa, o la isla de la Pepa. Y yo, -No, mamá, son malísimos esos nombres, aparte se llama "Aguabrava". Y me dice -por que no le ponen "Viva la Pepa" y me encantó!!!!! Se lo dije a Belén y le encantó también, así que decidimos cambiar el nombre y hoy la isla se llama "Viva la Pepa".
Como corolario de la anécdota puedo contar que me ocupé personalmente de contarle a mi suegra el nombre y me dijo, -si, me encanta!! y le contesto- Te gusta? Se le ocurrió a mi mamá!! Es inexplicable la cara que puso, le agarró una ataque de celos tremendo y encima ya no podía criticar el nombre por que había dicho que le gustaba.