Ezequiel, soy un hombre que te duplica en edad, he tenido la posibilidad de tener un pedazo de tierra en el Ao. Tuyú Paré cuando tenía 25 años y todos los fines de semana me iba hacia allá, terminé de construir el rancho, planté álamos, sauces, cítricos, frutales, etc, y lo más importante, fui feliz. Seis años más tarde tuve que cambiar de trabajo, por aquello de progresar, y comencé a trabajar de lunes a sábados en la Capital por lo que se me complicó el viaje a la isla, al cabo de un tiempo por no poder atenderla, decidí venderla. Desde aquel momento hasta estos días extraño cada vez con mayor intensidad la belleza incomparable de ese lugar y sueño con volver seguramente cuando me jubile.
Mientras tanto todas las mañanas a través de la revista abro una ventanita al Delta y me entero como está el tiempo, y de tantas cosas de ese paraíso. A veces compartiendo los sentimientos la gente se ayuda, por eso te pido que no pierdas las esperanzas y las metas que uno se proponga en la vida, con la ayuda de Dios y la perseverancia generalmente se logran. Saludos. Mario.