Hola Sergio. Suena muy interesante la opción que comentás, la voy a tener en cuenta.
Con relación a lo que yo proponía originalmente, y considerando tu comentario, en lugar de poner como base/zapata un pedazo de quebracho acostado, podría hacerme algo similar a una pequeña platea (hierro y concreto) de unos 5o x 50 cm de lado y unos 15 a 20 cm de altura, dejarle en el centro una varilla vertical para "pinchar" al poste verticalmente al apoyarlo, y más adelante con tiempo hacerle el recubrimiento con ladrillos, o nó. Tengo un poco la teoría de que si al poste se lo recubre con cemento, tarde o temprano se termina pudriendo igual, ¿ por qué ? Porque la madera y el concreto tienen distintas dilataciones con respecto al clima, como consecuencia al tiempo uno con otro se separan (el concreto se despega del poste) milímetros nomás, permitiendo el ingreso del agua de lluvia. El agua ingresada al no tener por donde drenar, termina pudriendo al poste en el interior del concreto. Sería algo así como si el poste quedara sumergido en un balde de agua permanentemente. Por mas protección que se le haya puesto, igual termina filtrando por no ser perfecta. Estamos de acuerdo que el agua ingresada por la separación entre el poste y el cemento en algún momento seca o es absorbida, pero lluvia tras lluvia la humedad va a ser constante, por consiguiente de a poquito la pata se iría pudriendo. Por eso me simpatiza la pata al descubierto, no enterrada, apoyada al piso pero despegada del mismo, que pueda año tras año repasarla con algún protector.
Muchas gracias por el consejo.
Abrazo,
Horacio.