Con esta humedá y la terapia del freezer de doña MO quedé a la miseria. Manolete, traete unas leñes corte chico para alimentar la cocina económica. No sé, sauce, ecualito, luquibenga, mientras no este verda poraque ahumamos todo el salón y la respetable comunidá de la Tasca de Manuel empieza con su quejas. Me ocupo, Manolo. Cuando el horno le llegue a los 220 (grados, no voltios, bestia) avisame que estoy amazando una cremona en la mesa de la cocina. Si, si, lo hago con compañía y felicidá, como no peude ser de otra manera con estas recetas, y si las cosas salen bien (me refiero a la cremona y al mate posterior), y mi compañera se comporta como espero, y yo le empardo el desafío de los buenos comportamientos conjuntos, la semana le hago la receta con todos los honores y dedicatorias. Salú.