A ver, Manolo... haceme pata, que es la primera vez que me acerco a tu bar...
Es que soy algo tímido y encima, aún isleño de continente, por lo que no sé si manejo bien los códigos de este entrañable Foro, que sigo casi a diario. Servime un cappuccino, con crema y canela si tenés, porque necesito que me ayudes a pensar en voz alta, con vistas a una charla de café con los que se arrimen.
Te tiro el tema: me alegró esta semana ver reaparecer a Alex, a quien no conozco pero sus comentarios siempre me resultaron interesantes y divertidos. Recordarás que hace pocos meses, diversas opiniones sobre un dramático hecho de dimensión internacional (que prefiero obviar), provocaron en este Foro un breve pero contundente chisporroteo.
Pensé en ese momento qué fácil sería --también para mí-- sacar conclusiones y expresar un juicio, sin ver lo que el otro está mirando... y que al otro le puede estar pasando lo mismo…
Hace un tiempo --mucho antes de conocer este Foro--, aprendí que la realidad no existe. Es tan sólo como yo la veo desde el lugar donde contemplo el Universo, y a través de estos anteojos que llevo, que insisto en pulir y colorear cada día de mi vida. Y cuando pude entenderlo, me di cuenta cuánto tiempo perdido y cuántos vínculos estropeados quedaron en el camino intentando coincidir, o peor: que los demás pensaran como yo.
Y me ha hecho bien. He crecido desde que intento comprender que mi visión no es la única posible, e imaginar cómo puede ser la realidad vista desde el lugar y con los anteojos de mi prójimo/próximo (me cuentan que a esto le llaman empatía).
¿Y qué hacer, Manolo...? Cada argumento me puede parecer válido y discutible a la vez. Cada posición puede parecer acertada o equivocada... según desde dónde y con qué anteojos se mire…
Es más que obvio que Alex no necesita que yo lo explique o defienda, o que me ponga a favor o en contra, ni es lo que estoy haciendo. Simplemente propongo si, desde el lugar del Foro, podemos animarnos a acordar o disentir sin perder de vista que son las ideas, no las personas, lo que discutimos. O como mejor lo expresa aquella frase erróneamente atribuida a Voltaire, pero que es de su biógrafa, Evelyn Beatrice Hall:
"Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".
Gracias, Manolo… estuvo bueno esto de ayudarme a pensar en voz alta…
Cobrame el café, que me subo a la canoa y me voy. Está hermoso para remar...
Un abrazo,
Osvaldo.