Viví un año sobre el Capitán,hasta amortiguadores de amarra de acero le tuve que poner a la lancha para que no me destruyan las cornamusas o los cáncamos,dos veces me chocaron la lancha estando correctamente amarrada,la primera una interisleña al mando de alguien que no podría estar manejando ni un bote,chocó contra todo lo que tuvo cerca,varios vecinos tuvieron que salir a buscar sus embarcaciones luego que se les cortaran las amarras por algún energúmeno que pasaba a mil por al lado,y mirá que el Capitán es ancho,el otro día en la guardería alguien me preguntaba porque usaba cabos tan gruesos en la lancha y le mostré los resortes amortiguadores que ahora no necesito y quedó asombrado,las olas de lanchas de pasajeros y cruceros al chocar contra la estacada provocaban un tsunami que caía sobre las embarcaciones amarradas y en un rato si eran botes estaban llenos de agua.Apenas pudimos salimos corriendo, ahora en el arroyo a veces tengo problemas para salir en grandes bajantes,pero duermo mucho mas tranquilo.