Recién en estos días mis padres me trajeron la revista en versión papel. Por más que participaba del foro no la había leído digital y nada sabía del contacto que ellos habían establecido.
Agradezco profundamente a Adriana, a Sonia y a todos aquellos que hacen posible La Isla, la publicación de la carta de mi mamá y de mi poema. Cuando uno atraviesa instancias tan terribles nada consuela, nada repara; una forma de llegar a pensar que la vida puede seguir, es encontrar gente como ustedes, comprensiva y solidaria.
Gracias, gracias, gracias.
Un abrazo
Néstor