Naciste allá lejos, en la América del Norte,
tus antecesores eran seres de grandes dimensiones.
Llegaste a la Argentina, eras un niño robusto, fornido,
te fueron entrenando para ser fuerte y aguerrido.
Tuviste hermanos y primos, más grandes, más chicos,
juntos eran los reyes del camino.
Tu madre, una esbelta señora, llevaba tu corazón,
fue símbolo de fortaleza y tesón.
Fuiste el abrazo de los amigos, el amor idílico,
Fuiste emoción al ver llegar la carita tierna de un hijo.
Fuiste dolor, acompañaste a los que dejan la tierra,
para alcanzar la vida eterna.
En una época donde no te dejaban pensar,
fuiste usado para torturar.
Fuiste alegría, en el quehacer diario, en la aventura,
en la sonrisa de la familia.
Fuiste trabajo, fuiste sudor, fuiste policía, fuiste ladrón,
fuiste cura, fuiste ilusión, fuiste leyenda, fuiste canción.
Fuiste pasión, dejando rivales arrodillados ante vos,
mientras una multitud vitoreaba, el paso del campeón.
Fuiste hazaña, protagonista por donde transitaras. . .
Fuiste amado, fuiste odiado, fuiste maltratado, fuiste mimado.
Fuiste maestro, fuiste sentimiento, fuiste luz, fuiste sol,
fuiste luna, fuiste lluvia, fuiste fuego, fuiste cielo. . .
Mientras haya un Falcon en la faz de la tierra…
Fuiste, sos y seguirás siendo, hasta el fin de los tiempos,
¡un gran amor!.
No era fanatico el pibe, jajajaja