“La poesía por sí sola no va a cambiar al mundo. Puede ayudar a quienes eventualmente lo van a hacer. Se percibe el envilecimiento del ser humano, tratan de uniformarlo y de quitarle lo espiritual. La poesía es el antídoto contra esa pretensión del poder (...). La poesía no depende de la voluntad. A los 30 tuve miedo: ‘Nunca vas a ser poeta’, me dije. Desgraciadamente me equivoqué.”
(De Juan Gelman, durante una concurrida “cátedra de poesía”, dictada anoche en el Teatro Tornavía de la Universidad Nacional de San Martín.)