Para confirmar la buena elección del "árbol de la vida" para el festejo:
El ginkgo biloba es famoso por su insólita hoja en forma de abanico y su espectacular ropaje otoñal, amarillo oro, tan agradable.
Hace años viví frente a la plaza de Munro, que estaba rodeada de ginkgos muy grandes hasta que los podaron salvajemente (y son muy lentos para crecer...!). Cuando daban su fruto aparecían los japoneses a recogerlos, según dicen para hacer un té para vivir muchos años.
Según acabo de leer, dicen que también es muy bueno contra la depresión, para la memoria y... el buen sexo...! (¿o era para no deprimirse por no tener memoria de cómo era el buen sexo...?).
Bueno, da igual... lo que no sé si sabían es que el ginkgo biloba es un relicto, es decir, un fósil viviente: se encuentran restos fósiles de sus troncos y hojas, pero aún sigue existiendo...!
Un abrazo,
Osvaldo.