No te das una idea de cómo me suenan tus palabras, Alex, y cuánto te las agradezco. Hasta te diría que me llegan en un momento justo, cuando las dudas y cierto desánimo me estaban asaltando. Supongo que me pasa lo mismo que a tantos que estamos buscando nuestro lugar en el Delta, llenos de ideales pero escasos de plata, y sintiendo que la jugada no es nada fácil.
Y sí... me reconozco en tu descripción, como "gaucho urbano" (lo tomo con cariño a pesar del tono levemente peyorativo, que entiendo y hasta me divierte). Tiene que ver con mi trabajo, con mi relación con la gente. Me atrapa la vida sencilla y tranquila del Delta, pero no soy un ermitaño. Necesito mantener el contacto, estar allí donde se mueven las cosas.
La otra noche volvía en un remise de una clase de Conductor Náutico que un buen isleño está dando en Raquel II, y la lancha de Rony tomó por uno de los recovecos del Gambado que no conocía. Esos riachos, esas casitas y la vida que encierran, esa imagen del Delta de noche, tan familiar para Uds. pero tan nueva para mí, me resultó intensamente mágica.
Seguiré con mi proyecto. Me emocionó tu última frase: "Inventen su bandera y plántenla en el Delta antes que se mueran sin disfrutar de la vida".
Pues bien, aquí estoy, buscando dónde plantar mi bandera.
Gracias,
Osvaldo