es un problema medio irresoluble en algunos casos. La documentación de respaldo a veces es floja, no define bien la geometría del lote, y no hay buenas referencias en el lugar para relacionar la documentación con la realidad. En cambio, en otros casos, hay documentación muy prolija y hay cercos antiguos y zanjas que permiten identificar claramente los límites. Entremedio... todas las variantes. En muchos casos, los propietarios se debían poner de acuerdo en hacer una zanja en el límite de las propiedades para minimizar la pérdida de espacio y para beneficiarse ambos con la zanja, entonces la zanja está en el límite. En muchos casos, en cambio, no había vecino y el que hacía la zanja hacía un albardón en el límite con la tierra de una zanja que hacía al lado del albardón de su lado. Si es así, la zanja queda a un par de metros del límite. También hay zanjas, naturales o artificiales, en cualquier posición. En definitiva, no te recomiendo utilizarla de referencia para determinar el límite. Tampoco es normal que emanen olor, el agua sube y baja y siempre hay movimiento. Aunque le encomiendes la demarcación a un agrimensor, que reduce los riesgos pero no te salva de errores, te recomiendo seguir de cerca el trabajo y pedir el fundamento de lo que hace. En parte es mas un ejercicio de sentido común que de conocimiento técnico.